Cómo tener una boca sana

  • Bebe mucha agua, para arrastrar los restos de comida y rebajar el ph.
  • Higiene bucal frecuente. Cepíllate los dientes tras cada ingesta de comida.
  • Utiliza seda o hilo dental. ¿Sabes cómo usar el hilo dental? Utilízalo preferiblemente tras lavarte los dientes, para eliminar algún resto que al que no haya llegado el cepillo de dientes. Utilízalo, al menos, una vez al día, preferiblemente por la noche, cuando tu periodo de ayuno será más largo. Sigue un orden y haz movimientos suaves hacia arriba y hacia abajo, entre cada espacio interdental, desde las muelas a los incisivos centrales. Ten cuidado de no dañarte las encías. Si te resulta más fácil, hay hilo y seda dental con cera, para que se deslice con más delicadeza.
  • Haz revisiones periódicas para comprobar tu salud bucal. No esperes a que te duela o tengas una infección. La prevención es esencial.
  • Enjuágate con un colutorio o enjuague bucal con flúor.
  • Espera una hora para cepillarte los dientes si has comido fruta o ensalada. La comida más ácida reblandece el esmalte y si lo cepillas fuertemente puedes dañarlo. Tras 60 minutos podrás lavarte sin miedo.
  • Cómo cepillarse los dientes: Cepilla de arriba hacia abajo, en los dientes superiores y de abajo arriba en los inferiores con un cepillo no muy duro. Así arrastrarás fuera la comida que se haya introducido en la encía y reducirás el riesgo de inflamación.

Todos estos consejos son válidos desde la infancia. Es esencial que los niños aprendan desde muy pequeños a tener una higiene bucal adecuada. Se evitarán muchos problemas en el futuro.

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